17 de abril de 2024

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Obesidad: la preocupante consecuencia que ha dejado la pandemia

La pandemia trajo consigo una serie de cambios en las rutinas que tienen consecuencias hasta el día de hoy. Las cuarentenas, el cierre de gimnasios durante un largo periodo o el aforo que se mantiene hasta el día de hoy, la ansiedad provocada por el temor al contagio y la necesidad de adaptarse a un estilo de vida al cual no se estaba acostumbrado, provocó que muchos chilenos aumentaran de peso, afectando aún más su calidad de vida.

De acuerdo a los resultados entregados el 2021 por la consultora internacional Ipsos  tras la realización del estudio llamado “Dieta y Salud Bajo el Covid 19”, los  chilenos subieron un promedio de 7 kilos durante la primera etapa de la pandemia, ubicándose en el segundo país con mayor aumento de peso en Latinoamérica y en el quinto a nivel mundial.  Junto con el aumento del sedentarismo en el periodo de confinamiento, la jefa de área de Nutrición  de Clínica Terré, la Dra. Isabel Zúñiga, plantea quedurante la pandemia el patrón de compras en los hogares cambió hacia el almacenamiento de alimentos no perecibles, ultraprocesados, de alta densidad energética, tales como snacks, chocolates, helados y alcohol. Hubo un importante aumento del consumo de chatarra por delivery y se incrementó la práctica de cocinar preparaciones poco saludables como la panadería casera”.

Pese a que hoy existe mayor posibilidad de retomar ciertas actividades físicas, lo cierto es que muchas veces retomar el peso adecuado cuesta más que subir, pues incluso se generan alteraciones en el organismo que dificultan en esta baja, como la pre diabetes o resistencia a la insulina. En este sentido, la doctora Zúñiga señala que lo preocupante de este aumento de peso y la no baja de este, es que puede traer importantes consecuencias para la calidad de vida y salud de las personas si es que no se controla. “El exceso de grasa corporal es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como las metabólicas, dislipidemias, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, principalmente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares,  generar trastornos del aparato locomotor- especialmente enfermedades degenerativas de las articulaciones por sobrecarga- y, hasta, algunos cánceres”, detalla, agregando que el alza de peso tiene también  impacto en la autoimagen, valoración personal y en la pérdida de la vitalidad.

Más allá del aumento de peso vivido dura el encierro, lo cierto es que la obesidad es una enfermedad que se viene arrastrando hace años y que debe encender las alarmas, ya que no sólo Chile es el segundo paí­s con más obesidad de la OCDE, con 74,5%, dentro de las más altas tasas de obesidad del mundo, sino que entre las diez principales causas de muerte de nuestro país se encuentran enfermedades ligadas a cuatro de las cinco  comorbilidades ligadas al sobrepeso. “Lamentablemente, los malos hábitos de alimentación, el desorden en las comidas y la escasa actividad física del chileno hacen que nuestra participación en estos ranking sea siempre en los primeros lugares, por lo que es necesario que todos tomemos consciencia de que estamos ante un problema estético, sino que acá está en juego la salud y la calidad de vida de las personas, por lo que requerimos revertir este enfermedad de la población”, recalca la profesional.