La medicina, a lo largo de la historia, ha experimentado una evolución constante y asombrosa. Desde acciones aparentemente básicas, como el descubrimiento de la importancia del lavado de manos, hasta progresos más sofisticados, como el uso de rayos X, la invención de antibióticos y el desarrollo de técnicas de cirugía mínimamente invasiva, no deja de avanzar. Uno de los últimos hitos es la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en el campo de la salud.
El propósito de esta columna de opinión es reflexionar sobre lo que está pasando en este y otros sectores de la sociedad con esta solución, para examinar con humildad las posibilidades que puede brindarnos como herramienta tecnológica. Y es que lo más importante, a mi juicio, es tomar con cuidado cada uno de sus adelantos y lo que significan en nuestra vida, para así notar su potencial en áreas como las ciencias de la medicina, donde se toma muy en serio el paso a paso antes de concretar algo.
Recientemente, un equipo de investigadores de Klick Labs logró un avance que podría revolucionar el diagnóstico de la diabetes. Su estudio, publicado en la Mayo Clinic, obtuvo una tasa de acierto superior al 80% en la identificación de la diabetes tipo 2 simplemente escuchando grabaciones de voz. Esto gracias a un sofisticado sistema de IA capaz de decodificar variaciones en el habla que se correlacionan con la enfermedad. Éstas se combinan con datos como la edad, el sexo, el peso y la altura, así como factores de riesgo, para lograr una detección precisa de quienes sí la padecen.
El proceso de investigación fue interesante, pues 267 sujetos de prueba grabaron una breve frase de entre seis y diez segundos en sus teléfonos inteligentes, seis veces al día durante dos semanas. Luego, una aplicación desarrollada por el equipo científico analizó más de 18,000 registros bajo 14 criterios, y alcanzó un impresionante 89% de precisión en el caso de las mujeres y un 86% en el caso de los hombres.
Una de las científicas de Klick Labs señaló que «nuestra investigación destaca variaciones vocales significativas entre personas con y sin diabetes tipo 2 y podría transformar la forma en que la comunidad médica detecta la diabetes».
Este adelanto tiene un potencial significativo en su etapa inicial, ya que puede superar las barreras que a menudo dificultan las evaluaciones rápidas y precisas, como el traslado, el tiempo y los costos asociados a los exámenes convencionales. Las pruebas típicas para hallar la diabetes implican la extracción de sangre, lo que requiere una visita al especialista y tiempo de espera para tomar las muestras y obtener los resultados.
Es importante destacar que el 90% de los casos de diabetes son de tipo 2, y casi la mitad de los afectados desconocen que la padecen, según la Federación Internacional de Diabetes. Los avances en inteligencia artificial como este generan un creciente entusiasmo por las posibilidades que ofrece desde el aprendizaje automático. Aunque persisten preocupaciones sobre la expansión de la IA en áreas como la privacidad y la desinformación, indagaciones como ésta demuestran la tremenda capacidad que puede tener la IA en cuestiones cruciales de nuestra vida.
La IA puede acelerar tareas tediosas y repetitivas, analizar grandes volúmenes de datos en cuestión de segundos y proporcionar respuestas precisas. Por esta razón, muchas startups de base tecnológica se centran en el desarrollo de soluciones para problemas médicos apremiantes. También permite una mayor eficiencia en la atención remota o telemática, una mejor gestión de recursos y una toma de decisiones más informada.
Hoy no es raro pensar que la medicina del futuro se caracterizará por su precisión, rendimiento y personalización, por la inteligencia artificial. Es fundamental recordar que la IA y otras tecnologías nunca reemplazarán la experiencia y el juicio clínico de los profesionales de la salud. Sin embargo, su llegada puede mejorar significativamente la calidad de la atención y, en este caso, hacer posible un diagnóstico con algo tan sencillo como una grabación de voz. Quienes somos entusiastas de esta tecnología vemos cómo desempeña un papel cada vez más valioso en nuestro bienestar, y creemos que se deben aprovechar sus logros para el beneficio de todos.
Nicolás Vilela, CEO y fundador de ZTZ Tech Group.
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