Joaquín y Eduardo viven en Valparaíso, en el sector de Rodelillo, y son pareja desde hace algunos años. Todo iba bien para ellos hasta que deciden irse a vivir juntos y parte su peor pesadilla, uno de sus vecinos comenzó a insultarlos cada vez que los veía llegando incluso, a molestar al hijo de Eduardo que vive con ellos.
Dicen no haber denunciado los acosos anteriormente por miedo a represalias. Lamentablemente lo que partió hace 2 años con ofensas cada vez que la pareja pasaba cerca de Jorge Hernández, su vecino, terminó en un violento ataque a Joaquín el domingo 23 de agosto, cuando una amiga de ellos le solicitó al hombre que bajará el volumen de un parlante.
Tras la agresión llamaron a Carabineros y al ver que no llegaban y que Joaquín no paraba de sangrar, Eduardo decidió llevarlo en su auto al Hospital donde, según la familia de Joaquín, lo habrían ingresado sin mascarilla porque no habían insumos, lo cosieron, lo estabilizaron y le dieron el alta sin realizar exámenes más profundos.
Tras de esperar más de 40 minutos a que Carabineros llegará a tomar el procedimiento, decidieron ir a hacer la denuncia a la PDI, donde no obtuvieron los resultados esperados, a Eduardo no se le permitió declarar en calidad de testigo. Por otro lado el agresor agresor no fue detenido ni tampoco hubo medidas de protección a favor de ellos.
Por su parte el Movilh, quienes han estado acompañando a la pareja, expresaron el máximo repudio por este ataque homofóbico, que lamentablemente serían comunes en Valparaíso, y anuncian que ya se están tomando las acciones legales correspondientes.
Por último el Dirigente de Movilh, Rolando Jiménez, hace un enérgico llamado a denunciar cualquier insulto o provocación, porque de no detener estos ataques homofóbicos esto puede desencadenar un grave hecho de violencia.
Más historias
Choferes de colectivos de ruta Casablanca-Valparaíso apoyan instalar mesa de trabajo con Seremi de Transportes
UCV Televisión presenta capítulo de «Te Invito a Tomar Once» grabado en Casablanca
Copa Tresmontes Lucchetti benefició a 220 niños, niñas y adolescentes con más de 25 horas de actividades deportivas